SIEMPRE QUEDA LA ESPERANZA Si hay algo que podemos aprender de Love Actually es que, mires donde mires, el amor es la fuerza que impulsa la vida de las personas. Da igual que seas un ministro, una estrella de rock o un viudo con un hijo. Y es que, en muchas ocasiones, preferimos enredarnos, sufrir, llorar y pensar que todo está acabado y no nos damos cuenta que siempre hay una puerta abierta para nosotros.